GPT-3: IA que articula lenguaje
La Inteligencia Artificial llegó para quedarse y, sin lugar a dudas, para cambiar el mundo tal y como lo conocemos. Desde AiManager nos planteamos este espacio de debate para abordar el impacto de la tecnología en la sociedad moderna. Por esa razón, hoy te presentamos el GPT-3, Deep Learning en su máximo esplendor: Inteligencia Artificial entrenada para articular lenguaje.
Complejos algoritmos para simplificar nuestro lenguaje
No representa novedad alguna el hecho de que el mundo entero apunta sus dardos a desentramar todo el potencial de la IA, buscando alcanzar su máxima performance, mejorando con ello nuestra vida y la productividad en todos los confines del Globo.
En esa vorágine tecnológica, diversas aplicaciones constituyen parte de nuestro día a día, facilitando nuestro trabajo y un enorme abanico de quehaceres cotidianos. Una de ellas es el Generative Pre-Training Transformer 3, más conocido como GPT-3, Inteligencia Artificial en su más puro estado, creada por la empresa Open AI, mediante complejos algoritmos que simplifican el uso del lenguaje.
¿Ya nada resulta verdaderamente sorprendente, cierto? La cosa se pone aún más interesante cuando indagamos un poco más y entendemos que esta Inteligencia Artificial está entrenada desde un marco de Big Data sin precedentes, para que el usuario que le suministra tan solo una secuencia de texto, lo reciba de manera completa. Sí, aunque usted no lo crea, el GPT3 aprende solo como completarlo.
Qué es y cómo funciona
El GPT-3 es, ni más ni menos, una red neuronal con 175 mil millones de parámetros activos que poco a poco está comenzando a aprender a manejar el lenguaje natural de los seres humanos. De esta manera, textos descriptivos, conversaciones realistas, artículos periodísticos e incluso la mismísima poesía pueden ser reproducidos por esta tecnología, convirtiendo al GPT-3 en uno de los avances más útiles y significativos de la IA en los últimos años.
Cualquier cosa que tenga estructura similar al idioma puede ser creada por el GPT-3. Para que ello suceda, previo a su desarrollo, se le ha proporcionado información de textos seleccionados por OpenAI – gran cantidad de los mismos proviene de Wikipedia - y alrededor de 750 GB han sido originados en el CommonCrawl.
Así, esta estructura algorítmica está diseñada para tomar una parte del lenguaje, lo que se conoce como una entrada o input, y transformarla en lo que predice, que es la siguiente parte del mensaje. A estas predicciones, a diferencia de otros algoritmos que no tienen esa capacidad, las realiza gracias a un entrenamiento al que fue sometido mediante su gran base de datos.
Para construir texto, como por ejemplo oraciones, emplea analítica semántica para estudiar, no solo las palabras y sus significados, sino también cómo el uso de otras hace que difieran en lo que quieren decir, dependiendo del contexto global en el que se encuentre.
Desde qué plataforma se puede utilizar
Para comenzar a utilizar esta IA, se debe acceder a la página de OpenAI. Una vez allí, el usuario deberá loguearse y tras completar una serie de requisitos, ya estará listo para comenzar. Es importante señalar que el sistema no se basa en rigurosidad o minuciosidad en cuanto a lo que podríamos esperar de un texto “real”.
Es decir, esta IA creará un texto que tendrá sentido y coherencia, pero cuya complejidad dependerá del “input” que el usuario haga del mismo. GPT-3 comenzará a “aprender” a medida que se lo utiliza, incrementando así la dificultad del texto modelo. Si éste es rico en detalles y contiene información abundante, esta IA comenzará a adaptarse a ese input y elaborará un contenido de similar sofisticación, sentido y coherencia. A medida que el usuario se familiarice con esta herramienta, podrá indagar sobre los diferentes tipos de modelos y tamaños que la familia de GPT-3 tiene para ofrecer.
Ninguna tecnología está exenta de polémicas
La utilización de esta tecnología, como tantas otras vinculadas a la IA y sus diversas aplicaciones, no está exenta de aquellas polémicas que generan los más interesante debates.
Uno, tal vez el más importante, es aquel vinculado a las limitaciones intelectuales que puede representar para el ser humano la posibilidad de que las máquinas lo hagan todo; dicho de otro modo, procesos cognitivos tales como el aprendizaje, el razonamiento, la atención, la memoria, la resolución de problemas, la toma de decisiones y el procesamiento del lenguaje, se verían afectados considerablemente, empobreciéndose de manera sistemática con el devenir de las nuevas generaciones.
Por otro lado, no está de más traer a consideración ciertos aspectos cuanto menos engorrosos que puede parir esta herramienta, generadora de una auténtica prosa de muy bajo costo, una vez que se vuelva masiva y aplicable en todos los niveles.
La facilidad para aplicarla de manera eficiente, automática y direccionada según los perfiles de cada tipo de lector, en un mal uso, repercutirá en la proliferación inconmensurable de Fake News, desinformación a gran escala y tediosos textos publicitarios, convertidos en verdaderos bombardeos en los dispositivos de los usuarios.
Mucho potencial
Habrá que esperar un tiempo para comprender el verdadero impacto del GPT-3 en nuestras vidas, y desenmarañar algunos interrogantes -originados, algunos, a partir de la fibra íntima de un sentimiento tan humano como el narcisismo - como por ejemplo saber si es capaz de escribir mejor que nosotros o incluso desarrollar textos que articulen el idioma con una destreza inimaginable para cualquier persona.
Con todo para crecer, digamos que en fase experimental, ya representa la mayor creación como modelo de lenguaje. Su facilidad para comprenderlo es humana, como lo es su base de conocimientos, que ha aprendido de nosotros. No obstante, habrá que esperar un tiempo para que comience a desplegar todo su potencial y mostrarnos realmente si es capaz, incluso, de superarnos.
¿Estamos las personas preparados para vivir en un mundo controlado por máquinas? En esta fusión constante de tecnologías que hacen cada vez más difusas las fronteras entre lo físico, lo digital y lo biológico, todo es posible.
Así llegará el momento, si es que no ha llegado, en que un lector se pregunte: ¿fue este texto escrito por un ser humano? ¿Cómo saberlo?